GT21 Los espacios religiosos como sitios y flujos de operatividad migrante

 

Nicolás Gissi Barbieri - Departamento de Antropología de la Universidad de Chile.

Hedilberto Aguilar de la Cruz - Universidad Arturo Prat.

 

De acuerdo con información reciente, las migraciones en América Latina están siendo primordialmente intrarregionales, antes que extrarregionales, implicando  expectativas de transmigración y reemigración. Aspectos como la pobreza, el cambio climático, inseguridad, autoritarismo y falta de gobernabilidad han detonado que colectivos nacionales como los venezolanos, haitianos y hondureños, por mencionar algunos de los más destacados, tengan a diversos países vecinos o con mayor capacidad laboral como referentes de la movilidad humana. En estos desplazamientos, las religiones juegan diversos papeles y en este grupo proponemos tres líneas: como instituciones, referentes de sentido y redes constituyentes de operatividad migratoria.

1). Las religiones como instituciones, a la par de los Estados y ONG’s, se han convertido en actores de primera importancia en los conocimientos, redes de apoyo y punto de contacto con las sociedades de recepción o de paso migratorio. Dichos grupos de distinto signo como los católicos, evangélicos, mormones y musulmanes, por mencionar algunos, operan de dos maneras: por medio de estructuras bien constituidas de aprendizaje y solidez institucional, por un lado; y por el otro, a través de la generación espontánea y circunstancial de albergues y alimentación. En estos movimientos hay aprendizajes, experiencias fallidas y satisfactorias en medio del complejo mapa migratorio.

2). Los grupos religiosos como referentes de sentido en que los migrantes buscan un soporte social, emocional y económico que sean vínculos con las sociedades de acogida. Es bien conocido en diversas disciplinas sociales el referente de sentido como el sello simbólico que puede distinguir lo religioso como un elemento fluido, vivido de maneras divergentes a lo que estipulan las jerarquías eclesiásticas y puede incluirse entre las experiencias de sentido a aquellas prácticas y creencias fuera de lo institucional como la santería, el vudú, santos no aprobados por la iglesia católica y otras más. Las vidas de los participantes religiosos en contexto de migración pueden volverse más vulnerables por las hostiles condiciones experimentadas en el trayecto, la llegada y la transmigración.

3). Lo religioso como constituyente de operatividad migratoria en el sentido vinculante con redes que lo trascienden hacia la búsqueda de ciudadanía, organización sociopolítica, apoyo laboral y formación de recursos humanos migrantes, participativos en lo público de las sociedades de recepción.

A partir de ello, convocamos a investigadores/as que trabajan el tema religioso y migratorio desde estas aristas a participar en el grupo de trabajo.

Hasta el 15 de julio se recibirán las propuestas de resúmenes en los Grupos de Trabajo: http://www.ceil-conicet.gov.ar/ocs/index.php/JCSR/xiijcsr23